Cuanto necesitamos reconectarnos de nuevo con la esencia del Amor, con su sencillez, sencillez que nos muestran todos los componentes de la naturaleza, como los colibrís. Su belleza es tan impactante, aunque sea el pájaro más pequeño….sin embargo sus alas se mueven briosas, como se mueven las alas del Amor, para poder llegar a todos lados, para moverse en todas direcciones y hallar la solución a cada situación en la Vida.
Solo con las alas del Amor, que son ligeras, nos podemos mover como se necesita para encontrar la solución a lo que nos pasa. A veces la solución no está delante de nosotros, por lo que volar solo hacia adelante, no nos llevaría a encontrar lo que buscamos, muchas veces es necesario volar hacia los lados o hacia atrás, como lo hace el colibrí.
¡Cuánto me llena la belleza de la naturaleza!, porque me recuerda la necesidad de elegir siempre el camino sencillo, el camino del corazón.
¡Cuánto añoro volver a vivir la sencillez del amor, la sencillez de lo auténtico, cuanto!
Claudio: Hola colibrí, ¿cómo estás?Colibrí: Muy bien, Claudio, ¡gracias! Qué bueno que te diste cuenta que tenía algo para decir.
Los masculinos estamos aquí para acompañar al sentir de los Femeninos sagrados, sentir del que estás empezando a hacerte más consciente, porque estás mostrando mayor apertura al Femenino en tu vida.
Nosotros los colibríes somos un ejemplo importante para la humanidad, porque les mostramos con nuestro actuar que cada experiencia que tienen en cada momento de sus vidas, es como una valiosa flor que está esperando que valoren, que rescaten de ella su esencia más pura, el Amor que está detrás de toda la sinfonía de la Creación de la Madre, de la Vida que ven en movimiento a su alrededor.
Para que puedan rescatar la esencia más dulce de sus experiencias, necesitan estar abiertos a la Madre, pacíficos y bien dentro del corazón, para que no pierdan nada de esa esencia, para que no dejen pasar ninguno de los regalos que la Madre les da continuamente, porque sólo por no estar atentos, las maravillas se pasan ante sus ojos.
La Madre Amor desea acompañarlos con todo su amor, calidez y ternura en cada paso que dan, abrigándolos cada vez más en el camino hacia ella.
¿Acaso Claudio no te había llamado la atención una figurita de una liebre en la casa de tu abuela? Es la liebre de la resurrección del Amor y quiere hablarte.
Claudio: Muchas gracias colibrí, ahora con tu llegada podemos saber que desde bien adentro del corazón podemos captar lo más bello y profundo de cada experiencia.
Colibrí: Ha sido un placer ayudar a esta Familia floreciente de corazones.
Liebre de la Resurrección del Amor: Hola Claudio, sí yo también deseo hablar, porque mi mensaje va vinculado al del hermano colibrí.
Querida Familia, escuchen muy bien las palabras que mi hermano colibrí ha dicho, porque esa apertura que tengan ante cada experiencia que se les presente, para sacar de ellas el néctar, les permitirá tener cada día un nuevo renacer en sus corazones, un renacer del Amor de la Madre en ustedes, más grande y fortalecido por elegirla continuamente, creando hermosas y maravillosas nuevas oportunidades para que, en el mundo en el que están, el Amor de la Madre se multiplique y perdure, sin importar las aparentes tormentas que tengan, porque estas solo serán externas, no internas; pero si se mantienen aceptando su Amor, éste terminará anclándose definitivamente en sus vidas, renovándolos completamente, si con valentía escuchan y actúan conforme a su sagrado sentir femenino, que TODOS tienen en su corazón, independientemente de que sean hombres o mujeres.
Este es mi mensaje para la Familia Arco Iris que está ahora con el poder de la Madre, siempre creciente, porque su causa es el Amor.
Claudio: Gracias querida Liebre, me encargaré de que llegue tu mensaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario